AutoBello Lisboa 2024. Bienvenido al jardín de los juguetes para mayores
Tras el AutoBello Portugal celebrado el año pasado en la Marina de Cascais, en 2024 el emplazamiento elegido fue Belem, en Lisboa. Pocos sitios tan adecuados para exponer coches como el espigón que hay junto al Monumento a los Descubrimientos, que fue construido para la Exposición Universal de Portugal de 1940. Desde ese lugar partían los navíos hacia América, en la desembocadura del Tajo (Tejo en portugués). Un enclave tan bello y turístico, junto al alto nivel de los automóviles participantes y el buen tiempo, se aliaron para ofrecer un magnífico espectáculo. El patrocinador principal fue Vanguard Properties y el evento contó además con el apoyo de TAG Heuer y de las empresas más destacadas del sector, como Santogal o C. Santos, distribuidores de numerosas marcas de automóviles de prestigio. También tuvieron una importante presencia Bentley Oporto, Porsche Lisboa, que expuso dos alucinantes 992 GT3 Touring con pintura especial “Paint to Sample”, y Polestar Iberia, con el nuevo Polestar 4 junto al Polestar 2 BST.
Portugal es un país con una gran cultura y tradición automovilística como quedó patente en los magníficos coches clásicos convocados por ACP (Automóvel Club de Portugal), con su presidente Carlos Barbosa al frente. Además el área de Cascais cuenta con numerosos residentes de alto poder adquisitivo, tanto nacionales como extranjeros, lo que lógicamente favorece la presencia de automóviles exquisitos.
Los coches se colocaron en batería en una gran área reservada junto al hotel Altis Belém Hotel & Spa. Fue un AutoBello peculiar y diferente a todos las que se han celebrado hasta ahora, porque por primera vez la exposición estuvo abierta al público. No era un recinto cerrado y por tanto todo el mundo podía admirar los vehículos expuestos. En todo caso el equipo de seguridad estuvo desplegado por toda la zona y no hubo ningún problema, más allá de algún momento de cierta aglomeración.
Aproximadamente a la una de la tarde se puso en marcha el desfile, que finalizó hora y media después. Los que sí pagaron entrada o fueron invitados por los patrocinadores pudieron acceder al área reservada de la terraza del hotel Altis Belém. Allí se sirvió un aperitivo durante toda la mañana con Mahou San Miguel, conservas Frinsa, licores Love Spirit, la comida italiana de La Accademia del Gusto, Mays Caviar o el café Guilis. Posteriormente tuvo lugar la comida en el hotel al aire libre. La camaradería reinante entre los asistentes, muchos de ellos viejos conocidos unidos por la afición al motor, fue una vez más el elemento esencial que hace grande a este evento.
Respecto a los automóviles expuestos, la pieza más valiosa fue el precioso Maserati A6 G/54 Zagato, un coche del máximo nivel mundial con palmarés en la Mille Miglia y propiedad de un conocido empresario y piloto luso.
Magnífico también el Ghibli de los 70 verde metalizado, y no faltaron los mejores deportivos actuales de la marca del tridente, con el MC20 Cielo y el novedoso GranTurismo. Entre las italianas Ferrari fue la marca más representada de la reunión, con numerosos asistentes convocados por Ferrari Lisboa y algunos también llegados desde Madrid.
Los asistentes pudieron disfrutar con la presencia de deportivos modernos como el 296, el Roma, el 458 Speciale o el F8 Tributo.
No obstante, lo que más llamó la atención del público, muchos de ellos paseantes curiosos sin especial pasión por el automóvil, fueron los dos Purosangue, el Ferrari “alto” de cuatro plazas. A pesar de un precio que ronda los 500.000 euros, su éxito ha sido tan grande que los concesionarios ya no disponen de unidades para vender, ni siquiera si te apuntas a una larga lista de espera. En cuanto a los clásicos, brillaron un Dino y un Testarossa.
Otro de los coches que más gustó al público fue el Lamborghini Countach 5000 QV de 1985, una joya que hace cuarenta años ya rendía 455 CV. Fue expuesto por Station, especialistas locales en venta y reparación de coches de altas prestaciones.
Respecto a los modelos modernos llamó especialmente la atención el Aston Martin Valour, una joya V12 con cambio manual y una de las 70 unidades que se van a producir. Un acompañante perfecto para el precioso DB5, al más puro estilo James Bond.
El clásico más celebrado fue el Mercedes 370 Manheim de los años 30, un valioso convertible exquisitamente restaurado.
Otros modelos de la estrella perfectos para disfrutar del benigno clima lisboeta fueron el SL “pagoda” y el elegante 280 SE convertible azul oscuro, en un estado impecable.
En cuanto a los clásicos británicos, además del DB5 antes mencionado brilló el Alvis Speed Twenty SB de 1934. No faltaron otros convertibles muy elegantes como los Jaguar E y Mk IV o el Bentley Azure, además de un Lotus Elan o un Bentley S2. Bentley Oporto mostró la gama actual del fabricante inglés, que acaba de desvelar en Goodwood la nueva generación del Continental GT. Por último, el gran premio de relojes fue para un Heuer Carrera 1158CHN de oro amarillo.
Se trata de una referencia muy especial que originalmente se entregaba a los pilotos de Ferrari de Fórmula 1 en los años 70, al ser Heuer cronometrador de la Scuderia italiana. El dueño lo presentó junto a su precioso Ferrari Dino.